Fintech y el panorama cambiante de la ciberseguridad

Según Andy Sen y Fintech News , en una era de horizontes digitales en expansión y volúmenes de transacciones florecientes, el espectro del ciberdelito se hace cada vez más grande. En todo el mundo, tanto individuos como instituciones han sido cada vez más víctimas de estas insidiosas amenazas.
A pesar de los incansables esfuerzos de las organizaciones por fortalecer sus defensas digitales, los ciberdelincuentes se adaptan continuamente y buscan nuevas vulnerabilidades dentro de los sistemas. La pandemia de COVID-19, por ejemplo, marcó el comienzo de una ola de ciberataques que emplearon tácticas que explotaron los temores y vulnerabilidades del público.
A medida que la transformación digital de la India cobra impulso, su sector financiero se encuentra a la vanguardia de esta ola digital. Esta realidad requiere una mayor conciencia entre las personas y las instituciones sobre su susceptibilidad a las amenazas cibernéticas a medida que adoptan modos de operación digitales.
Para las empresas de tecnología financiera , en particular, hay mucho en juego, dado que sus propios modelos de negocio dependen de las transacciones digitales. El manejo de grandes cantidades de datos en línea los expone a violaciones de seguridad y a miradas indiscretas de terceros.
La protección de los activos de TI y los datos de los clientes se ha convertido en una batalla perpetua para garantizar la máxima seguridad cibernética . Lamentablemente, la era actual ha demostrado ser una época dorada para los piratas informáticos, ya que las filtraciones de datos se producen con una regularidad alarmante.
Además, algunas de las amenazas más graves surgen desde dentro de los propios muros de una empresa o a través del compromiso de manejadores de datos de terceros encargados de salvaguardar los registros de los clientes. Equilibrar el imperativo de hacer que los datos digitales sensibles estén disponibles para el análisis y la generación de conocimientos con la necesidad de seguridad sigue siendo una tarea precaria, lo que deja los datos vulnerables a las filtraciones.
Todos estos factores subrayan la necesidad de una reevaluación integral de las normas de seguridad actuales. Mantenerse a la vanguardia del ciberdelito significa que las empresas de tecnología financiera deben ser proactivas a la hora de estudiar las tácticas en evolución empleadas por los ciberdelincuentes.
Para contrarrestar las constantes amenazas cibernéticas, se deben establecer políticas y procedimientos para delinear marcos generales de seguridad de activos. Después de un análisis exhaustivo, se deben identificar las vulnerabilidades dentro de la infraestructura existente y las medidas de seguridad necesarias para evaluar los riesgos de manera efectiva.
En escenarios vulnerables, la seguridad depende de saber las respuestas sobre quién, qué, dónde y cuándo. Independientemente del tamaño de una empresa, el objetivo principal de todas las medidas de control de acceso es proteger la propiedad física, intelectual y los activos humanos. Además, el cumplimiento y el cumplimiento de las directrices de seguridad internacionales son cruciales para garantizar una ciberseguridad sólida.
Mantener la resiliencia cibernética requiere programas continuos de concientización de los empleados y capacitación en ciberseguridad. Los empleados también deben estar versados en los procesos de gestión de incidentes, lo que les permitirá restaurar rápidamente las operaciones normales en caso de una violación de la seguridad, mitigando así los impactos adversos y manteniendo niveles de servicio óptimos.
Afortunadamente, el sector de gestión de patrimonio y activos de la India ha experimentado una transformación a través de una evaluación de riesgos más eficiente, carteras de clientes optimizadas e inversiones basadas en algoritmos.
El aumento de la digitalización y el rápido cambio hacia el trabajo remoto durante la pandemia de COVID-19 han dejado a las empresas de tecnología financiera expuestas a mayores riesgos de seguridad. Las amenazas cibernéticas han evolucionado para abarcar tácticas sofisticadas, como el robo de datos de tarjetas de débito y crédito, cajeros automáticos reprogramados, desvío de fondos y lavado de dinero a través de algoritmos de red y software avanzado.
El cifrado de datos desempeña un papel fundamental en la mejora de la ciberseguridad al ayudar a las empresas de tecnología financiera a crear mecanismos de defensa proactivos contra los ciberataques. Para fortalecer aún más la seguridad, los jefes de seguridad deben evaluar periódicamente las brechas, formular una hoja de ruta de seguridad clara y realizar inversiones estratégicas en dominios centrales de ciberseguridad adaptados a las necesidades comerciales y la tolerancia al riesgo.
Las arquitecturas de seguridad deben establecer canales de comunicación cifrados sólidos entre los clientes y los sistemas de pago, junto con revisiones rutinarias de gestión de riesgos y evaluaciones de vulnerabilidad de las aplicaciones de seguridad. Además, no se deben pasar por alto las vulnerabilidades en los dispositivos de los usuarios finales, como los teléfonos inteligentes, lo que justifica medidas de identificación del usuario y autenticación avanzada.
La industria financiera nunca será completamente inmune a las vulnerabilidades de la ciberseguridad. No obstante, adoptar tecnología de punta y cultivar una cultura de ciberseguridad proactiva puede mitigar significativamente estas amenazas, haciendo la vida mucho más desafiante para los ciberdelincuentes.